Camino a la Inspiración

Después de un arduo, espeso y agotador día de trabajo me siento en un paradero, observando como el leve rayo solar se oculta entre las oscuras nubes mientras la ciudad muere una vez más.
La lluvia comienza a manifestarse con lentitud pero fuerte, la gente corre para protegerse de ésta, como si les fuera a causar la muerta ; yo sólo rio frente a esta manifestación y continuo viendo mi alrededor.
El tiempo pasa frente a mis pensamientos y aún sigo ahí, inmóvil, rígido, buscando algo en que posar mi mirada con agudez. Nada, simplemente... nada; me coloco de pie tomando mi cámara fotográfica, y con molestia empecé a caminar sin rumbo... me sentía derrotado, no pondía encontrar ese punto de inspiración que tenía plasmado en mi mente y que el mundo no me quería mostrar.
Sentí que desparecía de la faz terrestre, sólo podía sentir la gotas cayendo sobre mi cabeza gacha, con una mirada perdida en el suelo... ¿Tan dífcil me era sacar una simple foto?, iracundo de mí mismo y de mi poca capacidad de captación, tomé la cámara, alisté el rollo, preparé el flash y apunte a lo primero que se me ocurriera, cuando estaba listo para tomar una fotografía, mi mente, mis manos no reaccionaron... Con éstas últimas temblorosas, colgué la cámara a mi cuello y me refregué los ojos logrando entender el mensaje que yo mismo me trataba de trasnmitir y hacía oídos sordos: "No busques la inspiración, la inspiración llegará sola". Seguí caminando, pero esta vez más pasivo... sólo contemplando el seudo paisaje que me rodeaba (seudo por el hecho de que fuese una naturaleza en medio de un realidad fabricada), de repente la lluvia cesó y a los lejos entre los árboles que se meneaban con el viento vi a aquel que me llenó de plenitud, era sencillamente uno más de ellos, pero algo lo hacía diferente... su estampa, cómo si posara para mí, mientras un leve rayo de sol lo alumbraba desde atrás; cogí rápidamente la cámara y capté el momento, un momento magistral, increible, mágico y un sin fin de términos que no valen la pena recalcar.
Corrí a mi casa, como si fuera por el primer lugar de una maratón ... El aire me faltaba, pero igual así continué, abrí la puerta con nerviosismo, lancé las llaves lejos, y me encerré en el cuarto oscuro; un sitio minusculo con luz roja, el que me permitía desarrollar las cosas que plasmaba en mi cabeza... saqué el rollo, le apliqué el tratamiento correspondiente, y finalmente la puse a secar; no moví ni un músculo de aquel lugar, quería ver como se iba transformando en fotografía aquella inspiración que tanto había costado llegar.
Listo, la tomé cuidadosamente entre mis manos y salí de ahí. La noche ya estaba en mis paredes, en mi aposento... fui a mi cuarto, me senté en la cama y mientras la lluvia comenzaba a caer nuevamente con aquel sonido tan peculiar, me dije a mí mismo mirando la fotografía: "Una simple y significante imagen puede alumbrar hasta los días más tristes y oscuros de un Ser humano"...