lunes, septiembre 29, 2008

Amores

Hay amores,
Amores de verano… invierno, otoño, primavera;
Amores infantiles,
Amores adultos,
Juveniles;
Hay amores que alegran,
Otros que entristecen, que duelen.
Amores de una noche,
Amores de cama, parques y bicicleta;
Hay de sueños que se vuelven realidades
Y de realidades que se vuelven sueños.
Hay amores como el viento,
Amores de piedra,
De cristal;
Siempre hay amores,
Los que quitan el aliento,
Que roban el alma, el corazón,
Dejan huellas;
También amores de horas, minutos, segundos:
Amores de agua.
Hay amores a distancia,
De carta y de tinta;
Amores antojadizos,
De pegamento.
Amores ficticios,
Amores que nunca han sido amores.
Hay amores de película, de novela,
Otros de cuentos,
Otros de terror;
Amores de poemas.
Amores en desamores,
Inventados, platónicos, idealizados.
Hay amores en colores, en blanco y negro, en sepia;
Amores de recuerdos, de fotos, de canciones;
Amores largos,
Amores cortos;
Amores sin amor, de cariño, gusto,
Amores de “te quiero”.
Hay amores compartidos,
También unidireccionales.
Amores que después de años se encuentran
Y amores que jamás se ven.
Amores que se olvidan,
Que se QUIEREN olvidar,
Que JAMÁS se pueden olvidar;
Amores que no mueren:
Se hieren, se alejan, se pierden en el tiempo, se empolvan,
Pero que no mueren,
Esos sí que son amores.


27. septiembre.2008

c.bby.

lunes, noviembre 26, 2007

Cuando te sientas grande y poderoso
O pequeño y abatido,
Yo estaré ahí.
Cuando el cielo deje de llorar
Y el sol se vuelva oscuridad,
Yo estaré ahí.
Cuando estés solo y mires tu rincón;
Esperes que se apresuren las agujas del reloj,
Yo estaré ahí.
Aunque la muerte calle mi voz,
Siempre estaré ahí,
Por que desde aquella noche
Mi alma prometió,
Mi mente prometió
Mi pensamiento prometió,
Mi corazón prometió
y
Mi cuerpo prometió
Estar siempre ahí,
Junto a ti.
(No te olvides nunca de eso).


Constanza bunbury

lunes, octubre 08, 2007

Una y mil cartas para ti

Mi dulzura,
Estas palabras van dedicadas a ti,
A quien el destino me tenía reservado
En mis años de vida,
Que quizás no son los mismos tuyos,
Que para muchos son pocos
Pero para mí los precisos.
Estas palabras son para ti,
Mi opuesta similitud,
El que se alegra con mis alegrías,
El que llora con mi llanto
Y sueña con mis sueños.
Una y mil cartas para ti,
Por que estaría miles de vidas
Dedicándote mis letras;
Letras que varios han visto,
Pero que sólo tú haz sentido.
Tú,Quién no me promete castillos en el cielo
Ni cosas que otros si dijeron,
Pero que sí me entrega
Lo más valioso que tengo: El simple y complejo hecho de amar.
En esta carta Firmo
Entregándote mi amor,
A ti,Guardián de mis sueños,
Mi nueva inspiración de cuentos,
Para ti,
Una y mil cartas para ti.



c. bunbury

martes, agosto 14, 2007

Pasado

Hoy tuve un reencuentro con mi enemigo, el pasado.
Me llamó a eso de las 16 horas, mientras yo me encontraba
Paseando entre las predicciones y deseos ocultos,
Cuando sentí tres timbrazos de mi teléfono y mi alma se apretó con angustia,
por que sabía que algo desagradable me esperaba.
Me saludó con amabilidad, cosa extraña en él
Ya que jamás se ha caracterizado por ser tan cortés conmigo,
Pero quise creer en los milagros y respondí con la misma amabilidad.
Empezó a preguntar que era de mi vida ahora,
Se había enterado por el presente que la suerte estaba de mi parte
Y que la felicidad estaba asomándose con cautela.
No quise responder con detalles
Y simplemente dije “sí”.
Luego de unos minutos, me indicó el lugar de encuentro
Al que acaté sin problemas, era un sitio neutro y no corríamos peligro.
A las 18 horas estábamos frente a frente
Y su mirada me produjo miedo y angustia.
Como era de suponer, todo era parte de su plan,
Entre sus manos tomó la felicidad que ahora tenía
Y la llenó de inseguridades, utilizando mi debilidad de la curiosidad
Haciéndome jugar al investigador de cosas que no debía saber.
Ahora estoy aterrado y horrorizado,
La amada felicidad llamó a mi teléfono
Y la rudeza se apoderó de mi lengua
Respondiendo cortante a las preguntas de mi amada,
La que con dulzura me hablaba sin captar la oscuridad de mi alma,
Por que el pasado me volvió a jugar una mala pasada ...

13 agosto 2007

Constanza bunbury

sábado, agosto 04, 2007

La fábula de la princesa y el bufón

En las tierras entre el más acá y más allá, existía un reino que pocos conocieron... no más que a través de leyendas contadas por antiguos juglares, magos y adivinas. Ahí es donde se desarrolló la historia de una joven de sonrisa melancólica y de un hombre de mirada radiante.
Hija heredera de grandes fortunas y mimos, la llamada princesa de la dulce pena, era una muchacha digna de elogio, adorada por sus padres y aclamada por sus pares, se mostraba -por el día- feliz y conforme con lo que le había tocado vivir , pero cuando el sol caía, la melancolía se apoderaba de su ser. Se paseaba silente en los bosques oscuros oyéndose llorar, mientras entre sollozos aclamaba a la diosa de la tierra que guiara hacia a ella a quien de verdadera felicidad y comprensión la llenará.
Una tarde- como tantas otras tardes- entre los reinos de aquel mundo, estaba merodeando el más conocidos bufón de todos los tiempos. Un hombre, que mucho de lo material no se preocupaba ni primaba, su filosofía era ser pleno y vivir de lleno la vida; amigo de los célebres, era el mejor recomendado, siendo comentado que hasta al ser más triste la pena había quitado.
Aquella tarde -por casualidad- de la princesa oyó hablar, nunca en sus años de viaje había sabido de su existencia , pero algo de ella le causó curiosidad y decidió irle la pena robar.
Al llegar al castillo vio que la tristeza por lo material no iba, aquel sitio era el que cualquier joven de su edad hubiera podido desear.
Caminó por largos pasillos y laberintos, hasta que yacida en el borde de un gran ventanal vio a una adolescente que no superaba los 16; de inmediato el bufón sintió robado su corazón y su alma poseída por la princesa de la dulce pena, la que con lágrimas en los ojos lo miró y hacia sus brazos corrió.
Por primera vez, la princesa se sintió feliz, era el abrazo que hace tantos años había estado esperando, el de aquel bufón que sin saber nada de ella, afecto le otorgó.
Desde entonces- según la leyenda- la princesa felicidad irradió, hasta el final de sus días, y paseando por los bosques oscuros se le puede ver, junto al bufón que la diosa de la tierra aquel día hacia ella guió.

original del día 28 de julio de 2007

Constanza bunbury

lunes, junio 25, 2007

El Perfume

" Los hombres pueden cerrar los ojos ante la grandeza, ante el horror, ante la belleza y cerrar los oídos a las melodías o las palabras seductoras, pero no pueden sustraerse al perfume. Porque el perfume es hermano del aliento. Con él se introduce en los hombres y si éstos quieren vivir, tienen que respirarlo. Y una vez en su interior, el perfume va directamente al corazón y allí decide de modo categórico entre inclinación y desprecio, aversión y atracción, amor y odio.
Quien domina los olores, domina el corazón de los hombres. "




Frase del libro de Patrick Süskind, "El Perfume"

viernes, junio 01, 2007

Credo

Creo en Dios todopoderoso
Un todopoderoso que errónea
al dar hambre a los necesitados
Y riqueza a los desinteresados.

Creo en sus hijos,
Los que luchan
Los que ayudan
Los que sueñan y ruegan protección.

Creo en la igualdad entre los desiguales.
En un mundo justo, tanto con los pobres, como con los ricos
Y que todos puedan anhelar de la misma manera.

Creo en la verdadera comunión.
No creo en las banderas:
Todos somos de un mismo mundo.
No creo en las religiones:
Todos rezamos a un mismo Dios.
No creo en los partidismos:
Todos buscamos lo justo para todos.

Por eso...
Creo en los sueños
Creo en la fraternidad
Simplemente creo en lo que pocos creen.

Prefiero Creer soñando
Que soñar creyendo...
Ese es mi credo.


Constanza bunbury