Entre voces y cuerdas

"Si pensara menos con la cabeza y menos con el corazón..." caminaría facilmente entre voces y cuerdas sin pudor a enredarme y caer.
Si pensara menos con la cabeza, las voces se convertirían en notas sacadas por cuerdas, sin tener idea de diferenciar unas de otras y teniendo como excusa una confusión justificada.
Si pensara menos con el corazón, las cuerdas vocales y las instrumentales serían una en las ocho notas musicales, colocadas perfectamente en el pentagrama, teniendo así la seguridad de no confundirme.
Pero las voces son mi esclavitud y las cuerdas mis cadenas, y viceversa. Viceversa, por que a pesar de ser diferentes, ambas me llenan y me hieren de igual forma.
Las voces me hacen viajar a tiempos remotos donde el silencio era una mansedumbre agradable sin la necesidad de las cuerdas, pero finalmente fueron la que me dejaron muda.
Las cuerdas "son en mi caso lo que la fe suele ser para los desesperados", una bella esperanza para volver a sonreír, pero a su vez me hacen recordar que soy esclava de las voces.
El tiempo me ha mostrado que ambas se complementan, las voces y las cuerdas se vuelven en el sinónimo de la esclavitud y las cadenas.
No puedo arrancar, las cuerdas me llevan por el mismo lado que las voces, pero a su vez estas últimas me alejan de las primeras y todo se vuelve un huracán.
Entre voces y cuerdas estoy, y aunque quisiera arrancar de ambas, más atrapada me siento en ellas... entre voces y cuerdas.


Inspirado en el tema "De esclavitud y cadenas" (bunbury y vegas) y otros.
Constanza A. bunbury.